Sopita de maíz y patata revolcona.


Para hacer las patatas revolconas cocemos un kilo de patatas sin piel, bien lavadas y cacheladas con una pizca de sal y un chorrito de aceite de oliva. Cuando el agua rompa el hervor, bajamos el fuego al mínimo y cocemos por espacio de 25 minutos hasta que estén tiernas. Escurrir el agua y aplastar las patatas con un tenedor. Salpimentar ligeramente.
Por otro lado picar un par de dientes de ajo en brunoise muy fina y dorarlo levemente en un dl de aceite de oliva. Cuando empiece a dorar, retirar del fuego y añadir una cucharada colmada de pimentón dulce de la Vera. Agregar rápidamente la mezcla que acabamos de hacer sobre las patatas y trabajar con el tenedor hasta que quede una pasta homogénea. Probar de sal y reservar en lugar caliente hasta el momento del servicio. Terminar el aperitivo con un poquito de cebollino recién picado.

Para hacer la sopita de maíz coger 250 g de maíz y ponerlo a cocer con un cuarto litro de agua y un cuarto litro de nata. Salpimentar y pasados diez minutos triturar y pasar por un chino o por un fino. Añadir un dl de caldo de ave sustancioso y levantar nuevamente al fuego. Agregar en el fuego 15 g de mantequilla fresca y montar con la ayuda de una varilla. Mantener muy caliente. En el momento del servicio, poner en un vaso de chupito y decorar con un poquito de Paprika o de pimentón picante de la Vera.


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