Tomate de la Vega del Tajuña. Francis Egea 2020.

 






   


Hacía mucho tiempo que no comía unos tomates tan buenos. Es difícil a día de hoy conseguirlos en los canales habituales de distribución. Demasiado invernadero y poco respeto por la temporalidad. Es el precio a pagar en la sociedad de consumo y de la inmediatez que vivimos.

Merece la pena coger uno de estos tomates en la mano y disfrutar de su textura. Prietos y con un olor inconfundible a tomate del bueno.

Cuando lo partimos nos encontramos con una carne muy prieta, roja y no hay pérdida de agua. Las semillas se agrupan en su cubierta gelatinosa.

Resultan muy aromáticos y sabrosos. Al cortarlos y dejarlos un rato aliñados con sal y aceite, sueltan un jugo muy pigmentado en rojo vivo, rojo tomate, rojo fiesta.

Se nota el cariño por la estacionalidad. Cada cosa en su momento.

En el siguiente enlace todo lo que quieras saber sobre el tomate de la Vega del Tajuña.

TOMATE DE LA VEGA DEL TAJUÑA. Una variedad recuperada,


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